¿Qué es el EIR?
¿Qué significa EIR?
EIR son las siglas de Enfermero Interno Residente. ¿Y qué es eso de ser “interno residente”? Pues mira, se trata de un periodo formativo para dirigir tu perfil a la especialización en un sector sanitario concreto. Para poder llevar a cabo esa residencia, es precisa la superación del examen oficial convocado anualmente por el Ministerio de Sanidad. El periodo de residencia como interno es de 2 años.
Tienes más información en Para qué sirve el EIR.
¿Cómo es el examen EIR?
La prueba es tipo test y consta de 175 preguntas (más 10 de reserva).
Tiene una duración máxima de 4 horas.
Los contenidos del examen no varían en ninguna comunidad autónoma, es igual en todas.
La fecha del examen suele ser el último sábado del mes de enero o el primero de febrero.
El examen constituye el 90% de la nota final. El 10% restante se valora en dependencia del expediente académico de tu carrera de
Enfermería.
Una vez finalizado el examen, se publican las listas de aspirantes ordenados por puntuación y se les convoca en la sede del Ministerio de Sanidad (en Madrid) para la elección de plazas.
A partir de este momento:
- Perteneces a una Unidad Docente que te forma como especialista durante el periodo de tiempo establecido (2 años).
- El contrato se formaliza con el correspondiente Servicio de Salud o la entidad titular de la Unidad Docente.
- Como residente, realizas los trabajos relacionados con tu especialidad bajo la tutela de profesionales especialistas consiguiendo los conocimientos, habilidades y aptitudes correspondientes con la especialidad.
- También has de asumir las responsabilidades para el ejercicio autónomo de dicha especialidad de una forma progresiva y tutelada.
En conclusión: primero debes prepararte para el examen, aprobarlo y que tu calificación quede dentro del número de plazas ofertadas; después, harás tu residencia en la especialidad que elijas según la nota que hayas obtenido.
¿Qué hago después de enfermería?
Al acabar la carrera de Enfermería empieza tu lucha por tu estabilidad y calidad laboral. El siguiente paso tras acabar la carrera es, sin duda, hacer el EIR, obtener la especialidad es fundamental. En segundo lugar, conseguir puntos de formación continuada y publicaciones te serán muy útiles para las baremaciones. Y, por supuesto, no dejar de presentarte a las OPE Enfermería de tu comunidad. Un máster, hacer otra carrera (como Nutrición o Fisioterapia) o un doctorado, te darán también puntos a la hora de presentarte en la fase de concurso para optar a tu plaza.
Aulaplus te acompaña del punto 1 al 4: te preparamos para el EIR, te ofrecemos cursos CFC, te damos indicaciones y asesoramiento para realizar publicaciones y, cómo no, te súper preparamos para cualquier OPE Enfermería. ¡Echa un ojo a nuestros casos de éxito!
¿Se cobra un sueldo como Enfermero Interno Residente?
Sí, durante los dos años que estás como Enfermero Interno Residente recibes un sueldo.
¿Cuando inscribirse en el EIR?
Septiembre. Habitualmente es en este mes cuando se publica el Calendario de Pruebas Selectivas en la web del Ministerio y en el Boletín Oficial del Estado. En este calendario se indica la fecha de presentación de instancias (por lo general, en ese mismo mes) y la fecha concreta del examen.
Especialidades EIR
Enfermería Obstétrico-Ginecológica (Matrón/a)
Enfermería Pediátrica
Enfermería Familiar y Comunitaria
Enfermería de Salud Mental
Enfermería del Trabajo
Enfermería Geriátrica
Enfermería Obstétrico-Ginecológica (Matrón/a)
El profesional de Enfermería Obstétrico-Ginecológica debe velar por la salud sexual, reproductiva y maternal de la mujer, aplicando medidas de prevención, promoción y recuperación de la salud. También se encarga de asistir al recién nacido sano hasta el día 28 de vida.
Aunque a simple vista parezca que el ámbito de actividad de esta especialidad está centrado en la supervisión del embarazo normal y, llegado el momento, en asistir el parto, también tiene otras responsabilidades en otros momentos de la vida de la mujer, como proporcionar información respecto a la planificación familiar, velar por la salud de la mujer en el postparto o brindar asesoramiento a la paciente durante el climaterio.
Competencias en la asistencia de la mujer embarazada antes, durante y después del parto
A lo largo del proceso de gestación:
- Diagnosticar y supervisar el embarazo normal.
- Prescribir los exámenes que convengan para el diagnóstico precoz de los embarazos de alto riesgo.
- Facilitar el acceso a programas de preparación parental y preparación completa al parto.
Durante el parto:
- Debe prestar asistencia y cuidados a la madre.
- Supervisar la condición del feto en el útero mediante los métodos clínicos y técnicos apropiados.
- Atender el parto normal.
- Reconocer en la madre o en el niño signos de anomalías que precisen la intervención de un médico y,
en los casos en los que se precise la atención de un médico, el enfermero especialista cumple la función de asistirlo y, en ausencia de este, de adoptar las medidas necesarias.
Durante el parto:
- Reconocer y prestar cuidados al recién nacido.
- Asistir y supervisar los progresos de la madre después del parto.
- Prestar el asesoramiento necesario en relación con los cuidados del recién nacido.
El enfermero que se prepara para esta especialidad adquiere los conocimientos, tanto teóricos como prácticos, relacionados estrechamente con este ámbito de actuación.
Enfermería Pediátrica
Los enfermeros pediátricos se encargan de proporcionar atención médica a bebés, niños y adolescentes hasta los 16 años de edad. Son profesionales capacitados para liderar, coordinar y dirigir los procesos de gestión clínica de forma autónoma en todos los niveles de atención: promoción de la salud, prevención de la enfermedad, asistencia y rehabilitación.
Ya que las necesidades de los niños son diferentes a las que se puedan presentar en una persona adulta, los profesionales de esta especialidad poseen conocimientos específicos en el ámbito infantil. Hay que tener en cuenta que los niños se encuentran en la fase de crecimiento, y que el impacto que pueda producir una enfermedad o lesión puede que condicione su desarrollo.
Una especialidad que necesita capacidades de comunicación y afectivas
Una de sus tareas es establecer una relación estrecha y de confianza con el niño y sus familiares y cuidadores. Debe explicar los procesos con claridad y cercanía, fomentando los vínculos afectivos y haciendo partícipes a los padres en el cuidado y tratamiento del recién nacido, niño y adolescente, promoviendo así la educación para la salud.
Dado que en muchas ocasiones los niños no son capaces de explicar cuáles son sus síntomas, el enfermero especialista debe observar y atender las señales no verbales que puedan manifestar. Este profesional no solo se centra en el estado físico del niño y adolescente, sino que también debe atender a su estado psicológico y ser capaz de tranquilizarlo, reducir la ansiedad o la confusión que le pueda generar la situación de una enfermedad o tener que adaptarse a entornos inusuales.
El objetivo de esta espacialidad se centra en favorecer el bienestar teniendo en cuenta la diversidad cultural, promoviendo el autocuidado y acompañando en los procesos que conlleven una pérdida o un cambio de vida, poniendo en práctica los cuidados específicos de la Enfermería Pediátrica.
Enfermería Familiar y Comunitaria
Los enfermeros especialistas en enfermería Familiar y Comunitaria trabajan para prevenir las enfermedades en la comunidad. Una parte importante de su trabajo es con niños pequeños y ancianos. Sin embargo, asisten a personas de todas las edades como por ejemplo personas con depresiones postparto, drogodependientes, personas inválidas o con enfermedades crónicas. Por lo tanto, podemos decir que los enfermeros familiares y comunitarios promueven la salud física, mental y social de toda una comunidad.
Desempeñan un papel fundamental como consejeros familiares, encargándose de realizar sesiones clínicas como, por ejemplo, clases preparto y postparto, consultas de salud infantil y otras muchas que tengan que ver con la salud y bienestar de la familia.
Una especialidad que precisa de aptitudes sociales
Los especialistas en enfermería comunitaria deben tener ciertas habilidades emocionales para notar cambios en el comportamiento de sus pacientes para poder detectar problemas familiares, tales como el abuso infantil o la violencia de género. En este sentido, deben ser muy comunicativos y con la capacidad de relacionarse con personas de todas las edades, culturas y entornos sociales. Saber escuchar o tener la capacidad de dar consejos útiles al paciente.
Al relacionarse con pacientes de todas las edades, deben tener en cuenta aspectos concretos de cada grupo. No es lo mismo tratar a niños en edad preescolar que con ancianos.
Los enfermeros comunitarios trabajan en contacto con otros profesionales como pedicuros, enfermeros de salud mental, médicos de familia o ergoterapeutas. Pueden tener contacto además con organizaciones de asesoramiento legal o de servicios sociales.
El enfermero de Familiar y Comunitaria aplica de forma integral todo lo necesario para conseguir el equilibrio en el proceso inestable de salud-enfermedad. Es necesario que contribuyan a que las familias y comunidades adquieran las conductas y habilidades que fomenten su bienestar y autocuidado en el marco de atención primaria de salud. Debe ser afectuoso, tener aptitudes para la escucha, toma de decisiones y paciente con todos los grupos y comunidades.
La enfermería Familiar y Comunitaria es una de las especialidades EIR. Si eres empático/a, afectivo/a y te preocupa el bienestar de familias y comunidades, deberías conseguir tu especialidad en esta disciplina.
Enfermería de Salud Mental
Los enfermeros de esta especialidad se encargan de prestar atención y cuidados a persona con problemas psiquiátricos, teniendo en cuenta patrones de conducta y diferencias culturales, ayudándoles a aceptar y a convivir con su enfermedad, con el objetivo de prevenir y promocionar la salud mental a nivel individual y comunitario.
Los profesionales de este sector destacan por su habilidad comunicativa con individuos o grupos y por su sensibilidad para detectar en una etapa temprana signos de descompensación psicopatológica y poder así prevenir situaciones de riesgo en las que el paciente podría hacerse daño así mismo o a los demás.
En esta especialidad se adquieren habilidades para tranquilizar y calmar a las personas, respondiéndoles de forma no amenazante, para que se produzca una comunicación adecuada que posibilite iniciar, mantener y concluir una relación asistencial o profesional con resultados de calidad. Si se hace de forma satisfactoria, es posible crear vínculos estables con los pacientes, lo que favorece la continuidad de los cuidados.
Otra de las competencias de la Enfermería de Salud Mental trata de hacer reconocer por parte del paciente que es lo que le está afectando negativamente a su salud mental para favorecer su adaptación efectiva y positiva a la adversidad, orientando al paciente hacia el conocimiento de sí mismo.
Una especialidad en contacto con otras profesiones
Los profesionales especialistas en Enfermería de Salud Mental colaboran con otros profesionales de la salud en el desarrollo personal y social del paciente con actividades individuales y de grupo. También están en contacto con el departamento de servicios sociales, la policía y las organizaciones voluntarias, para coordinar el apoyo al paciente dentro de la comunidad. Por otra parte, deben involucrar a la familia o a los cuidadores del paciente, los cuales son informados sobre el tratamiento y la evolución del paciente.
Entre sus responsabilidades está la de asegurarse de que el paciente recibe la atención de los servicios públicos y que se mantienen la continuidad de los cuidados. Los enfermeros especialistas visitan a sus pacientes en su hogar para ofrecerles apoyo, tanto a ellos como a sus familias.
Enfermería del Trabajo
El enfermero especialista en Enfermería del Trabajo se encarga de velar por la salud de los trabajadores. Debe analizar, en cada caso, que riesgos específicos conlleva la realización de las actividades de un trabajo en un entorno concreto. Una vez detectados los riesgos, debe promover conductas saludables entre los trabajadores para prevenir los daños. Y en el caso de que ocurra algún daño en la salud del trabajador, restaurarla o brindar los cuidados necesarios en los casos de urgencia hasta el momento en que llegue el equipo sanitario de emergencia.
El enfermero/a especialista en Enfermería del Trabajo posee la autonomía necesaria para evaluar los riesgos de la actividad laboral, con la intención de crear las medidas preventivas adecuadas a los puestos de trabajo. El trabajador debe estar informado sobre los riesgos de su puesto de trabajo y de las medidas preventivas a tener en cuenta, por lo que es el enfermero especialista el que se encarga de mantener informado al personal, impartiendo cursos de hábitos saludables, y de prevención. También debe encargarse de impartir las indicaciones necesarias respecto a los equipos de protección individual.
Analizan la salud del trabajador
Otra de sus tareas consiste en llevar un registro y análisis de la salud de los trabajadores, diferenciando entre resultados normales y patológicos. Debe desarrollar actividades específicas de promoción de la salud y colaborar en la elaboración de los planes de emergencias, especialmente en la organización de primeros auxilios y su implantación.
En el caso de que se produzca un daño en la salud del trabajador, el enfermero/a especialista debe prestar los cuidados de enfermería requeridos en las situaciones de emergencia, y en el caso de que fuera necesario, derivar al médico general o especialista.
Como se ha explicado anteriormente, las competencias de las que se encarga esta especialidad están enfo- cadas a la mejora de las condiciones laborales y el aumento de la calidad de vida en el trabajo. Se trata, por lo tanto, de una especialidad de profundo contenido social cuyo objetivo es prevenir aquellos factores que influyan en la salud del empleado, aportando bienestar a las personas.
Enfermería Geriátrica
La Enfermería Geriátrica se ocupa de prestar atención y cuidados de forma especializada a las personas adultas mayores. Satisfacen las necesidades de las personas mayores en diferentes ámbitos:
- Reconocer y prestar cuidados al recién nacido.
- Asistir y supervisar los progresos de la madre después del parto.
- Prestar el asesoramiento necesario en relación con los cuidados del recién nacido.
Conocimientos especializados
Para lograr todos estos objetivos no son suficientes los conocimientos básicos sobre enfermería, por lo que el enfermero especializado en geriatría deberá poseer conocimientos avanzados sobre el ciclo vital y las características biopsicosociales de los mayores.
La enfermería geriátrica trabaja con unos valores imprescindibles. La calidad de vida, dignidad y bienestar de las personas mayores, así como su autonomía. Estos valores permiten prestar atención a los mayores cuidando sus necesidades e intereses. De este modo se consigue una atención totalmente integral atendiendo todos los ámbitos de forma global:
- Diferencias individuales de cada persona.
- Historias de vida, personales y vivencias de cada individuo.
- Conseguir hacer partícipes a las personas mayores en la toma de decisiones. Organización y planificación de su recuperación.
- Plan de cuidados. Es necesario organizarlo e implementarlo en cada persona de manera individual.
Una especialidad cada vez más demandada
El envejecimiento de la población hace que se planteen nuevos retos relacionados con situaciones específicas en las que las personas mayores se ven involucradas con mayor probabilidad que en otros grupos de edad. Situaciones como el aislamiento social, la pobreza o la soledad son algunas de estas situaciones, pero son aquellas relacionadas directamente con la salud del paciente (problemas circulatorios, respiratorios, tumores o incontinencia…) y la dependencia son los problemas que se dan con mayor asiduidad.
La enfermería geriátrica es una especialidad en auge y cada vez más necesaria por el previsible envejecimiento de la población. Según las previsiones demográficas en el año 2030 alrededor del 25% de la población mundial será mayor de 65 años.
Si tu vocación es el cuidado de las personas mayores, se abre ante ti una oportunidad de hacer tu especialidad en enfermería geriátrica tras superar el examen EIR.