🐾 ¡Los perros llegan al hospital! Osakidetza da un paso histórico en la humanización de la sanidad
Una escena que rompe moldes en el Hospital de Txagorritxu, en Vitoria: Vera, una spaniel bretón, camina por los pasillos como si siempre hubiera pertenecido a ellos. A su paso, los rostros se iluminan, las conversaciones se detienen y las sonrisas brotan espontáneamente. No es una visita cualquiera. Es el inicio de un cambio radical en la atención sanitaria vasca.
🏥 Proyecto pionero MASK-Hospital: cuando la medicina se encuentra con el amor incondicional
Este ensayo, puesto en marcha en la OSI Araba, permitirá que los perros visiten a sus dueños hospitalizados en los centros de Txagorritxu y Santiago. Si todo marcha bien, la iniciativa se extenderá a todos los hospitales de Euskadi.
¿El objetivo? Transformar espacios fríos en entornos emocionalmente acogedores, donde el bienestar mental y físico del paciente estén al mismo nivel.
📋 Visitas con protocolo… pero sin perder ternura
Los encuentros estarán regulados por un protocolo detallado: los perros podrán entrar en jardines, halls y, en algunos casos, incluso en las habitaciones. No habrá restricciones por raza y el acceso será posible siempre que se cuente con la autorización médica y el visto bueno del compañero de habitación.
🔒 Acompañados por un celador, los animales estarán bajo control en todo momento, garantizando la seguridad de pacientes, personal y mascotas.
💡 Ciencia y emoción: el poder terapéutico de un lametón
La ciencia lo respalda: el contacto con perros libera oxitocina, reduce el cortisol (la hormona del estrés) y mejora funciones fisiológicas como la respiración. Pero más allá de los datos, hay algo innegable: el poder de una mirada peluda que transmite calma y cariño.
En pacientes mayores o con enfermedades neurológicas, reencontrarse con su mascota puede reactivar la memoria, estimular el habla y conectar emocionalmente con su entorno. En los más graves, incluso en cuidados paliativos, el beneficio es aún más profundo: alivio emocional, reducción del miedo, y un momento de paz en medio de la adversidad.
😷 Lecciones de la pandemia: del aislamiento al reencuentro
«La soledad fue un enemigo invisible durante el covid», recuerda Juanjo Jaras, de la comisión de humanización. La experiencia dejó claro que el aislamiento emocional puede ser tan dañino como la enfermedad. Este nuevo proyecto pretende contrarrestar ese vacío.
David Silva, jefe de celadores, lo resume así: «Muchos pacientes no tienen familia, pero sí un perro. Para ellos, es todo». Ahora, ese “todo” podrá estar a su lado en los momentos más duros.
🕒 ¿Cómo serán las visitas? Flexibles, seguras y con corazón
Las visitas se programarán en horario de tarde, cuando el ambiente hospitalario es más tranquilo. Durarán unos 30 minutos, aunque podrán alargarse según las circunstancias. Si el paciente puede salir, el jardín será el lugar ideal; si no, habrá zonas habilitadas en el hall o incluso se podrá acceder a la habitación.
🐶 El perro siempre estará acompañado por una persona de confianza, y si se desea, otros familiares podrán participar, como por ejemplo los nietos de una paciente que quiere ver a todos juntos.