Los GLP-1 no solo hacen perder peso, también frenan el hambre emocional
Lo que empezó como una revolución contra la obesidad ahora apunta mucho más alto: los medicamentos GLP-1, como Ozempic o Wegovy, no solo ayudan a controlar el peso, sino que también podrían estar reprogramando el cerebro para evitar los atracones emocionales.
Sí, has leído bien: además de reducir talla, mejoran el bienestar mental, según un estudio publicado en JAMA Psychiatry.
Millones de personas no comen por hambre, sino por emociones. El estrés, la tristeza o incluso el aburrimiento llevan a comer sin control, con consecuencias devastadoras para la salud metabólica y mental.
Pero estos nuevos tratamientos, que ya están revolucionando el abordaje de la obesidad y la diabetes tipo 2, actúan directamente sobre las zonas del cerebro que controlan el estado de ánimo y la motivación.
Según los datos, los pacientes tratados con GLP-1RA mostraron menos impulsos de picoteo, menos atracones y más conductas alimentarias saludables que aquellos que tomaban placebo.
“Los pacientes no solo pierden peso o controlan su diabetes, también se sienten mejor, con más autoestima, más energía y más control sobre lo que comen”, afirma Toby Pillinger, investigador del King’s College London.
Y lo más importante: estos fármacos no aumentan el riesgo de problemas mentales, como se temía en un principio. Al contrario: mejoran la calidad de vida.
El estudio evaluó a cientos de pacientes y encontró que quienes tomaban GLP-1:
La conclusión es clara: estos medicamentos ofrecen un enfoque integral de la salud, que va más allá del peso y apuesta por una transformación completa del paciente.
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