Un cambio que genera debate en el sistema sanitario
El Ministerio de Sanidad ha presentado la propuesta para el Estatuto Marco, que incluye la eliminación de las guardias médicas de 24 horas, un modelo que ha estado en vigor durante décadas. Aunque actualmente se encuentra en fase de negociación, tiene como objetivo reducir la duración de las guardias a 17 horas, un cambio que está generando un amplio debate entre profesionales, sindicatos y administraciones.
El fin de las guardias de 24 horas
La medida más destacada de la reforma es la reducción de las guardias a 17 horas. La Ministra de Sanidad, Mónica García, ha explicado que el modelo de las guardias de 24 horas es un “remanente de tiempos pasados” que ya no responde a las necesidades del sistema actual. Según García, estas largas jornadas no solo afectan a la salud física y emocional del personal sanitario, sino que también pueden poner en riesgo la seguridad de los pacientes debido al cansancio acumulado y la sobrecarga de trabajo.
Este cambio busca mejorar las condiciones laborales de los médicos y otros profesionales sanitarios, quienes han denunciado durante años las consecuencias de este sistema, como el burnout o agotamiento profesional, derivado de la falta de descanso adecuado. Sin embargo, el ajuste no es sencillo, y las reacciones entre los profesionales son diferentes. Mientras que algunos ven con buenos ojos una posible mejora en la conciliación de la vida personal y laboral, otros temen que la reducción de las guardias afecte su salario y la capacidad de atención del sistema.
¿Un sistema más equilibrado?
La propuesta del Ministerio no solo contempla la reforma de las guardias, sino que también introduce otras medidas relacionadas con la gestión sanitaria. Una de las más relevantes es la exclusividad de los puestos directivos en el ámbito público. Lo que plantea esta nueva reforma, es que los jefes de servicio y otros cargos de responsabilidad en el sistema público no podrán compatibilizar su puesto con otros trabajos fuera del Sistema Nacional de Salud (SNS). La idea es asegurar que los responsables dediquen su tiempo y recursos exclusivamente a la sanidad pública, evitando posibles conflictos de interés.
Además, la reforma también plantea una apuesta por la paridad de género en la sanidad. A pesar de que el sector está ¨feminizado¨ en un 70%, solo el 30% de los puestos directivos están ocupados por mujeres. La ministra ha insistido en la necesidad de garantizar que las mujeres tengan las mismas oportunidades para acceder a puestos de liderazgo.
Posibles desafíos
La implementación de estas reformas presenta varios retos importantes. Uno de los principales es la escasez de médicos en muchas zonas del país, que dificulta la reorganización de las guardias. Según Vicente Matas, ex vocal de la Organización Médica Colegial (OMC), para implementar un sistema similar al de otros profesionales, se necesitaría un incremento significativo de las plantillas, que podría llegar hasta un 30% más de personal en algunos casos. Este aumento de personal tendría un coste considerable para las administraciones, lo que genera incertidumbre sobre la viabilidad financiera de la reforma.
Además, el sistema de retribución es otro de los puntos de debate. En la actualidad, las guardias de 24 horas son una fuente importante de ingresos para los sanitarios, que ven en ellas una manera de complementar su salario. La reducción de las guardias podría suponer una pérdida económica para muchos profesionales, a lo que se sumaría la necesidad de reestructurar el sistema de compensación económica, con pluses por nocturnidad, festividad y turnicidad, algo que todavía está en discusión.
El camino hacia los cambios
Aunque el Ministerio de Sanidad busca avanzar hacia un sistema más moderno y equilibrado, el proceso es complejo.
Algunos profesionales del sector temen que, sin una planificación adecuada y un aumento de recursos, la reforma podría generar más problemas de los que resuelve, como un mayor déficit de personal o una sobrecarga en otros aspectos del trabajo sanitario. Por otro lado, otros consideran que es necesario adaptarse a los nuevos tiempos y mejorar la organización del trabajo para evitar el agotamiento de los profesionales y la posible reducción de la calidad en la atención a los pacientes.
La reforma de las guardias es un paso importante en el proceso de adaptación del sistema sanitario español a las demandas del siglo XXI, pero no está exenta de desafíos.